domingo, 27 de julio de 2014

About admiration...

Un día, de la nada, tuve unas cuantas ideas para escribir un post pero todas eran en inglés. Debo confesar que empecé a redactarlo pero al final decidí dejarlo en español porque, después de todo, mis ideas fluyen mejor de esta forma.

¿No les ha pasado que creen que algo es de una forma pero al final termina siendo todo lo contrario? Ustedes dirán: si, muchas veces… Pero ¿les ha pasado que de repente ese algo termina moviéndoles el piso y les hace ver las cosas desde otra perspectiva? En lo particular, me ha sucedido muy poco y debo decir que en esta oportunidad me abrió los ojos de una manera que no esperaba.

En ocasiones nos encontramos ante cosas de las que creemos que jamás seríamos capaces de hacer ni en un millón de años, ni por todo el dinero del mundo porque sencillamente atentan contra todos los ideales que podamos tener. Pero la vida es dulcemente irónica y da tantos giros que al final nos puede terminar por suceder algo que en el pasado pensábamos que jamás nos ocurriría. Puede pasar que, a medida que la vida avanza, nos topemos con personas, profesiones o incluso actividades en las que logramos vernos reflejados. Tanto así, que empezamos a desarrollar cierta admiración hacia determinados aspectos de ese algo o alguien.

Cuando nos cruzamos con personas que se dedican a las mismas cosas que nos apasionan, fácilmente logran captar nuestra atención. Especialmente si estas personas son de las que tienden a mostrar lo mucho que aman lo que hacen con tan solo hablar al respecto. En mi opinión, no hay nada más inspirador. Pero cuando comenzamos a hallar cualidades similares a las nuestras en esas personas, este sentimiento crece un poco más y, posiblemente, la situación cambia.

Y ¿qué pasa si más allá de una simple admiración hay algo más?  ¿Qué pasa si creías que desde el principio era solo eso pero resulta que es probable que no haya sido así? Es curioso como un día crees tener la certeza de algo y al siguiente un gesto, una frase e incluso una mirada pueden hacerte cuestionar todo aquello sobre lo que tenías tanta seguridad. Es entonces cuando te das cuenta de que a una persona puede resultarle muy sencillo poner tu mundo de cabeza sin siquiera haber tenido la intención de hacerlo… Me parece fascinante cómo en un instante puedes hallarte cautivado hasta por los detalles más mínimos que giran en torno a esa persona. Lo indiferente que podías ser al escuchar sobre ella y cómo ahora con solo escuchar su nombre se te escapa una sonrisa…

En cierto modo, esto me sirvió para abrir los ojos porque, si me preguntan, antes me habría reído con tan solo considerar la idea de que algo como esto pasara pero ahora… Ahora definitivamente me limito a no volver a decir/pensar que “X” cosa jamás me va a suceder. Solía pensarlo sobre esto y pues, aquí estoy.

So, for now… I just want to let things flow and see what happens. Who’s to say it isn’t worth the risk? J

lunes, 30 de junio de 2014

Sentido de Pertenencia

Ahora que al fin se terminó este año académico y ya puedo respirar con tranquilidad, me parece pertinente escribir sobre un tema que ha venido llamando mi atención desde hace algún tiempo.

Como algunos sabrán, durante varios años me mantuve persiguiendo un sueño. Un sueño que ahora, viéndolo en retrospectiva, parece más bien una simple idea. Yo soñaba con convertirme en dentista. Mi fascinación por la odontología era enorme (lo sigue siendo, pero ahora la veo de otra forma). Recuerdo que en 2009 cuando me gradué de bachiller fui a parar a la USM para inscribirme en el propedéutico que dicha carrera exige. No había cupos disponibles, así que mi mamá terminó inscribiéndome en Arquitectura dentro de esa misma casa de estudios. Y ustedes se preguntarán ¿por qué arquitectura? Bueno, digamos que esa carrera entraba entre las opciones “aceptables” para mí en aquel entonces.

Al iniciar mi primer semestre, me encontré con infinidad de trabas en todo y para todo. Recuerdo que en esa época habían cortes de luz irregulares constantes y nunca se sabía ni cuándo ni a qué hora serían, lo que sí sé es que convenientemente, siempre eran a las horas en las que necesitaba hacer algún plano o una maqueta, mientras era de día todo bien… El problema era cuando se hacía de noche, pues me era imposible trabajar. Llegaba con las tareas incompletas a causa de esto, dormía muy poco y no disfrutaba de lo que estaba haciendo. Mis calificaciones daban asco. Y además, aunque mi tiempo allí fue muy poco, no tenía siquiera establecido un “grupo de estudio”. Terminé retirándome, descubrí que nada de eso era lo mío y que debía mantenerme enfocada en lograr lo que quería desde el principio: la odontología.

En 2010, ingresé a la UNEFA en Mecánica Dental. Esto lo hice pensando en adquirir conocimientos relacionados a lo que de verdad quería hacer después. Estando allí, digamos que las cosas fluyeron un poco mejor, académicamente hablando. Realmente era buena en lo que hacía y lo disfrutaba. En esta oportunidad, mis calificaciones resultaron ser mejores. Logré establecer un grupo de estudio decente y si, unas cuantas buenas amistades que hasta el sol de hoy aún conservo. Sin embargo, no todo era agradable. Debo decir que el ambiente dentro de esa universidad no se me hacía para nada cómodo. Cada vez que terminaba un día de clases, tenía la necesidad de irme de inmediato, ya sea a mi casa o a cualquier otro lugar pero sencillamente, no me sentía bien allí. Mientras realizaba mis estudios dentro de esta casa de estudios, seguí intentando ingresar en la carrera que de verdad quería, siempre, sin éxito.

Ya estando fuera de la UNEFA, decidí ir una vez más a la USM. Esta vez sí tuve “suerte” y logré pre-inscribirme en el curso propedéutico. De igual forma, como ya estaba cansada de perder tanto tiempo persiguiendo algo que al parecer no era para mí, también me acerqué a la UMA a pre-inscribirme para el examen de admisión. Recibí los resultados antes de iniciar el curso y descubrí que fui admitida. Consideré la idea de no realizar el curso propedéutico en la USM, pensando en no desperdiciar recursos pero mis padres insistieron que en que lo intentara y así lo hice. En resumen, y como ya algunos de ustedes saben, obviamente no fui admitida. Lo que si debo agregar es que, a diferencia de mi pasada experiencia dentro de la USM, esta vez no la pasé tan mal. Tuve la fortuna de compartir con una de las amigas que hice en la UNEFA, que era también parte de mi equipo de trabajo y además disfruté mucho de las enseñanzas de algunos profesores. Siento que debo destacar a Rosa Pereira, porque aunque es súper estricta, aprendí muchísimo de ella en tan poco tiempo.

¿Por qué les cuento todo esto? Pues, es necesario para poder explicar lo que quiero expresar. Como ya mencioné, sin ningún tipo de problemas, fui admitida en la Universidad Monteávila. ¿La carrera? Comunicación Social. ¿Inmadurez vocacional de mi parte? No. En realidad, fue una decisión tomada por alguien que ya estaba cansada de desperdiciar tiempo sin lograr resultados. Decidí irme por este camino sin importar los obstáculos que se presentaran y aquí estoy, felizmente puedo decir que acabo de culminar mi primer año de carrera.

Debo decir que fue un año bastante interesante. Para empezar, descubrí que no porque sientas que algo te apasiona de verdad significa que está destinado a ser para ti. Quizás me tardé mucho en darme cuenta o quizás me tomó el tiempo necesario. A veces tu verdadera vocación te descubre a ti y no tú a ella. Confieso que aunque esta carrera siempre me ha gustado por su dinamismo, jamás pensé que me enamoraría tanto de ella. Descubrí lo feliz que me hace el poder ver la vida a través de una cámara, descubrí una nueva forma de mirar una de las cosas que más disfruto, las películas. Perder la noción del tiempo haciendo una tarea, ya sea leyendo un libro o escribiendo un ensayo y no tener esa sensación de aburrimiento infinito, no tiene precio. También descubrí que tengo algo de esa vena de escritor, que por alguna razón había permanecido dormida hasta que llegué a mis primeras clases de redacción. Probablemente jamás llegaré al nivel de Jorge Luis Borges o Ernesto Sábato, pero si me gustaría llegar a escribir cosas que valgan la pena leer.

Dentro de este lugar descubrí nuevas facetas de mi misma. Recuerdo como en determinadas ocasiones pensé que jamás llegaría a hacer ciertas cosas ni mucho menos que sería capaz de hacerlas pero al final del día, resultó que si estaba en mí el poder realizarlas. También conocí personas con las cuales me he llegado sentir bastante identificada, personas que al hablar me dejan atónita porque siento que me escucho a mí misma. Cosa que es fascinante, porque por lo general siento que o no pertenezco a esta época o vengo de otro planeta, realmente es muy extraño encontrarme con personas que coincidan en tantas cosas conmigo.

A pesar de que mi universidad es tan pequeña como un colegio y tal vez  no siempre te encuentres con miradas de “buenos amigos” en sus alrededores, puedo decir que no importa. En lo que a mí respecta, me basta con tan solo reunirme con esas cinco personas con las que tuve la fortuna de encontrarme, ellos saben quiénes son. No puedo quejarme, no solo han sido un grupo de trabajo bastante funcional sino que también, ahora que tenemos ya casi un año de conocernos, me atrevo a llamarlos amigos. Como todo grupo de amigos, tenemos nuestras diferencias pero no somos conflictivos. Tratamos de hacer de toda situación un chiste… Algunos pueden decir que estamos locos pero ¿a quién le importa? Nosotros somos felices así.

Una de las cosas que más me ha gustado durante este año académico es, no solo lo dinámica que es mi carrera, sino la universidad. Me encanta como dentro de cada materia las oportunidades de explotar la creatividad son infinitas. Desde pequeñas dramatizaciones en clase, hasta grandes obras de teatro, contar historias a través de imágenes y así como eso, muchas cosas más. Durante estos meses he crecido muchísimo tanto profesional como personalmente y es tan solo mi primer año de carrera.

Es por esto que hablo de sentido de pertenencia porque finalmente, después de tantos años, puedo decir con certeza que siento que pertenezco a un lugar y me siento identificada con un grupo de personas. Al fin tengo la sensación de que puedo permanecer allí sin necesidad de salir huyendo...

Hoy estoy orgullosa de decir que soy Umaísta J

sábado, 7 de junio de 2014

El mes más eterno del año + Lie a Little Better

Como ya mencioné en mi entrada pasada, esto de postear continuamente no creo que se me vaya a dar muy bien. De hecho, ya casi se cumple un mes desde que publiqué mi primera entrada. Y es que la universidad y todo lo que ella trae consigo consumen la mayor parte de mi tiempo... Específicamente en este último mes ha sido una locura total: desde la presentación de una obra teatral, infinidades de parciales y tareas, hasta la pre-producción de un cortometraje... Y todo eso sin contar lo agotador que se me hace el viajar ida y vuelta a la ciudad durante la semana. Afortunadamente, ya es poco el tiempo que queda para las tan anheladas vacaciones.

Sin embargo, no todo ha sido negativo, puede sonar tonto pero es increíble lo que una cosa tan simple como sacar un 20 en un parcial, puede hacer que la vida se vea mas bonita (ok, miento, no fue simple... Lo más genial del asunto fue que no me lo esperaba). 

Por otra parte, los sentimientos son la cuestión más compleja del universo... ¿No les ha pasado que creen estar haciendo algo bien, pero al final resulta que es todo lo contrario? Bueno, no es divertido tener esa sensación. Algo que me gusta de la música es que las posibilidades son infinitas, hay para todos los gustos y, a veces, nos encontramos con maravillas que parecieran haber sido diseñadas especialmente para nosotros y lo que sea que nos pueda estar pasando en ese instante.

Y es esto lo que me pasó a mi. Hace una semana aproximadamente me animé a descargar el álbum de una actriz/cantante que admiro mucho, su nombre es Lucy Hale (mejor conocida por interpretar a Aria Montgomery en Pretty Little Liars). En fin, dentro de su álbum Road Between, me encontré con una pieza que, desde que inicia hasta que termina, me hace sentir bastante identificada con lo que dice. Es un asunto bastante complicado para mi, no es algo sobre lo que quiera escribir en realidad, pero esta canción me impresionó tanto, que sentí debía dedicarle un post.

Aquí les dejo la letra para que la chequen :)

"Lie a Little Better" by Lucy Hale
I just missed my exit
Last night I lost my keys
I'm fumbling over the words I
Don't feel a bit like me these days
I would be a liar if I said I was fine
But I cant help being honest
And I know now is not the time
Cuz

The truth is I'm fallin to pieces
Anytime that you're around
Trouble is the truth keeps slippin out
Cant seem to hide what I'm feelin
Cant believe what I'm sayin out loud
Truth is theres no turnin back now
I guess I shoulda learned how to lie a little better

Been trying to cover
This heart out on my sleeve
Been set on playing this down but
I think your catchin on to me
The truth is I'm fallin to pieces
Anytime that you're around
Trouble is the truth keeps slippin out

Cant seem to hide what I'm feelin
Cant believe what I'm sayin out loud
Truth is theres no turnin back now
Well, I guess I shoulda learned how to lie a little better

I'm losing this battle
With every word I say
Wish I had a better lesson
Of not givin myself away
Cuz

The truth is I'm fallin to pieces
Anytime that you're around
Trouble is the truth keeps slippin out

Cant seem to hide what I'm feelin
Cant believe what I'm sayin out loud
Truth is theres no turnin back now
Well, I guess I shoulda learned how to lie a little better


domingo, 11 de mayo de 2014

Torpeza comunicativa

Desde hace un tiempo, vengo con la idea de crear un espacio para poder escribir cualquier cosa que se me pase por la mente. Nunca me tomé la molestia de hacerlo porque pensé que no tenía algo bueno que decir pero ya no importa. Ayer tuve una especie de epifanía, quizás tardé demasiado tiempo en darme cuenta de lo problemático que es para mí el no decir las cosas que pienso y/o siento en el momento preciso.

Analizándome un poco, me encontré con un sinfín de oportunidades que muy probablemente arruiné y desperdicié por el simple hecho de no hablar cuando debía. Se me hace muy complejo entender el porqué de esta situación, es bastante frustrante porque aunque muchas veces deseo decir todo lo que pienso, gritarlo incluso… algo me lo impide. También me di cuenta de que tengo mayor facilidad de expresarme al escribir (al menos, la mayor parte del tiempo) sin embargo, en determinadas ocasiones me encuentro sin palabras, me quedo totalmente en blanco… No importa que tan duro me esfuerce, es como si alguien borrara todo de mi mente.

¿Suena loco? no sé si lo sea pero para mí lo es. Y esto no es algo que venga pasando de un tiempo para acá, ¡NO! Recuerdo cuando mi mejor amiga me mencionó, hace un buen tiempo, lo extraño que le parecía ver a otras chicas hablando hasta por los codos cuando se reencontraban y nosotras apenas nos decíamos algo… como si fuésemos extrañas (y llevamos siendo amigas por casi una década). Ambas somos muy similares, sé que en el momento que me lo dijo yo asumí que por nuestra forma de ser tan reservada y tímida, era algo normal…

Pero ahora me pregunto ¿la del problema siempre he sido yo? Esto a su vez me llevó a recordar algo que me dijo mi padre en mi último cumpleaños… Sin ganas de criticarme o herirme, me dijo que ya era hora de que me soltara un poco más, pues lo único que podía lograr era alejar a las personas que se me acercaran (y esto fue refiriéndose más a la parte sentimental). Debo admitir que desde que me lo dijo, no he logrado sacar esas palabras de mi mente y es que tiene toda la razón… Si lo pienso con mayor detenimiento, la gente suele mal interpretar mi “silencio” con desinterés, odiosidad y, no sé si en algunos casos, mala educación. Pero no es así del todo… yo a veces soy muy dispersa cuando se trata de entablar una conversación con determinadas personas. Podría decir que incluso soy torpe, porque cuando deseo hablar con alguien y no sé qué decir… todo puede parecer muy forzado.

No escribo estas líneas con la intención de que todo el mundo me lea, de hecho no importa si nadie lo hace… Pero si de casualidad te encuentras leyendo esto y alguna vez mi “torpeza comunicativa” te afectó, me disculpo. No sé qué tan seguido escribiré, no prometo hacerlo a diario pero sé que de vez en cuando dejaré una parte de mí en este espacio.


Cerraré este post citando una frase que me dijeron en mi entrevista para ingresar a la universidad: “Lo que no se comunica, no existe”. Ya basta de pretender que los demás son alguna especie de radar de emociones y pensamientos para poder saber con exactitud lo que nos pasa. Si no expresas lo que sientes, los demás no van a adivinar lo que pasa por tu cabeza. :)